Cartelera

Patricia Ossa

Cerca de veinte óleos sobre tela de diversos formatos conforman la última producción de esta destacada artista nacional. Sugerentes espacios de color y una serie de retratos componen su propuesta a ser presentada en la Sala Blanca del Centro de Extensión.

La exposición tiene dos núcleos temáticos. El primero corresponde a una serie de alrededor de diez retratos de pequeño formato cuya fuente de inspiración se basa en las obras del famoso pintor holandés Johannes Vermeer. A partir de la melancólica dulzura que emana de los rostros de estos personajes, la artista intenta transmitir en su leguaje propio, una nueva interpretación pictórica.

Todo rostro es la expresión y el alma del ser humano, el reflejo de un instante muy particular que, en esta oportunidad se ve materializado en la feminidad de diez sugerentes mujeres.

El segundo núcleo de obras se inclina hacia un concepto diferente. Se trata de una suerte de escenografías que sugieren espacios deshabitados que se doblan y desdoblan entre murallas e inquietantes laberintos. Estos espacios, marcados por el uso del color y un especial tratamiento de la luminosidad, emplean recursos geométricos para sostener en la tela, algo que no son más que recreaciones atmosféricas.

Y es justamente en este punto donde podemos decir que ambas series se unen: en la praxis pictórica, en el hecho de “dibujar” con el pincel, casi como si fuera un lápiz, creando verdaderas texturas que lejos de aplanar la superficie, le confieren un dinamismo y un ritmo muy característico. Así, innumerables capas de pintura van activándose mutuamente, fundiéndose unas con otras para irradiar entonces estos nuevos juegos cromáticos.

En ambas series, por otro lado, el empleo de una paleta similar y distintiva, hace del conjunto una manifestación del goce del acto mismo de pintar. La fuerza expresiva tanto de los retratos –que esta vez aportan una pincelada cada vez más suelta- como de los espacios arquitectónicos -más bien contenidos y delimitados- nos llaman, con la misma intensidad, a un permanente estado de contemplación.