Numismática: valor, representación y ornamento

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    Numismática: valor, representación y ornamento

    Imagen 1440

    El binomio “arte dinero”, sea quizás tan antiguo como la relación entre “Arte y comida”. Un ejemplo no tan antiguo, pero sí bastante conocido, es que Leonardo Da Vinci fue un apasionado por la preparación de delicias saladas y dulces. Sabemos también que siendo muy joven, Da Vinci aprendió la técnica del mazapán gracias a la enseñanza de su padrastro pastelero, técnica que por sus cualidades moldeables utilizaría después en el armado de maquetas de guerra (que –la verdad sea dicha- muchas veces fueron confundidas con pasteles extravagantes, siendo devorados sin ningún miramiento por el mecenas de turno). En 1492, con motivo del casamiento de Ludovico “El Moro”, tuvo la idea de realizar una torta gigante -réplica del palacio Sforza-, la cual fue construida con masa para pasteles, bloques de polenta reforzados con nueces, pasas y cubiertos de mazapanes multicolores. Los invitados a la boda pasarían por puertas de pastel, se sentarían en sillas de pastel frente a mesas de pastel en las que, desde luego, comerían pastel. Lamentablemente, sabemos que el maestro olvidó un pequeño detalle: cuidar la obra de las ratas y aves de Milán, animalillos que justo en vísperas del matrimonio se dieron un gran banquete con la creación.

    Fuera de los aciertos o desaciertos del conocido maestro renacentista, podemos observar con estos elocuentes ejemplos cómo los artistas han buscado empleos estéticos para los alimentos. Varios creadores de diversas épocas como Da Vinci, Giuseppe Arcimboldo, Juan Sánchez Cotán, Salvador Dalí, Miguel Guirao o Marta Minujín han encontrado en ingredientes de cocina la materia prima para realizar obras bidimensionales o tridimensionales a través del color propio de los alimentos, y también porque las masas se pueden transformar en verdaderas pastas moldeables para hacer las más variadas formas en toda clase de escalas, asunto nada extraño si pensamos que de un polvo semejante a la harina, surgió la arcilla y de ésta la técnica y la industria de la cerámica.

    En muestra del joven artista Pedro Cona presenta billetes y monedas realizados con decoración de pastelería en la técnica de pastillaje. Una primera contraposición que salta a la vista es la representación del dinero, es decir, objetos de papel y metal que pasan de mano en mano, versus la comida, que requiere un tratamiento pulcro e higiénico para ser consumida, y cuyo valor “vital” es ontológico, a diferencia del valor monetario que es sólo representativo como medio de cambio. En ambos casos observamos la relación de la decoración con la importancia de las apariencias, que en pastelería está relacionada al lujo y la exaltación de los bienes suntuarios personales y familiares. En ese aspecto, los billetes también son una forma en que los países se dan a conocer, destacando personajes relevantes o hitos identitarios de diversa índole que implican motivos de “orgullo nacional”.

    A través de esta muestra de tintes populares, lúdicos e idealistas, vale destacar como lectura posible esa idea del “consumidor” a manera de elemento conceptual y literal, donde el alimento y sus propósitos decorativos resultan contenedores de una espesa carga simbólica y cultural, asociando –entre muchas otras cosas- la alimentación con una función energética, esencial para la subsistencia de nuestra especie. Al mismo tiempo, nos hace reflexionar que lejos de demonizar o adorar al dinero debiésemos considerarlo igualmente una “energía” constitutiva de nuestro “sistema circulatorio social”, que -tal como la sangre- irriga a todos los órganos del cuerpo. El dinero debiese circular sin estancarse ni acumularse formando “coágulos de posesión”; ello para mantenernos saludables en nuestro “corpus plural”. No olvidar que la caducidad de la propuesta nos recuerda que al final todo vuelve al polvo.

    Victoria Jiménez
    Licenciada en Arte de la Pontificia Universidad Católica de Chile y
    Magíster© en Teoría e Historia del Arte de la Universidad de Chile

    Fechas: 4 al 30 de junio de 2012.
    Horario: Lunes a sábado, 10 a 20 hrs.
    Lugar: Ex Sala Blanca
    Entrada: liberada.
    Convenios: