Las mejores películas protagonizadas por la actriz y cantante francesa, una de las figuras más emblemáticas de la cinematografía gala de mediados del siglo XX.
Ciclo que revisa algunos de los mejores trabajos del realizador Brian de Palma (1940), dueño de una de las trayectorias más radicales del cine norteamericano.
Celebramos Fiestas Patrias con una muestra de documentales nacionales y dos estrenos chilenos: Vacaciones en familia, Ricardo Carrasco, y Tiempos malos, de Cristián Sánchez.
En los primeros años de vida de Chema Madoz (1958), hay un evento que el fotógrafo español identifica como su despertar visual. Luego que su madre lo inscribiera en clases particulares en la casa de una profesora, Madoz llega a un escritorio que ya está completamente repleto. Allí, la profesora le dice "no te preocupes", le acerca un banco y le abre la puerta del horno de su cocina: "usa esta puerta como escritorio", indica ella, cambiando para siempre la relación de Chema Madoz con los objetos y su potencial simbólico. Porque los objetos, para Madoz, ya no son solo lo que son. Siempre pueden significar algo más.
La exposición Realismo mágico: Imágenes de Chema Madoz exhibe 43 piezas del trabajo más reciente de este destacado artista, con fotografías creadas entre 2015 y 2018.
“Es un gran evento tener a un artista de esta categoría, uno de los fotógrafos contemporáneos vivos más destacados del momento. El público chileno ya lo conoció en una exposición previa, y es interesante ver cómo su obra se ha desarrollado en estos últimos años. Además, a través de su carrera, nos interesa relevar y resaltar la importancia de la Fotografía como disciplina artística. Hoy en día, la Fotografía artística es tan importante como la pintura, el grabado o la escultura. Para nosotros es muy importante considerar esta rama y elevarla a un nivel casi museal: cada pieza es única, fueron especialmente seleccionadas para esta muestra, e impresas en un papel de primera calidad”, dice Daniela Rosenfeld, directora de Extensión Cultural UC.
La exhibición tendrá primero una apertura virtual desde el 13 de octubre, pero se extenderá hasta el 15 de enero de 2021, por lo que se espera que más adelante sea posible tener una muestra presencial según lo permita el contexto de la pandemia. Precisamente, aquella contingencia que ha marcado gran parte de este 2020, entrega un nuevo simbolismo a la obra de Madoz: su trayectoria ha generado una coherencia temática que se ha catalogado como “poesía visual”.
“Es como si trabajara con palabras, donde cada objeto en su fotografía es una partícula gramatical y a partir de la combinación de esas partículas vas creando significados distintos. Él construye esas imágenes. Es una poesía que podemos enlazar con Nicanor Parra y su trabajo de Artefactos. Ambos son autores que cogen un objeto y trascienden el significado estricto de ese material. Estas piezas son previas a la pandemia, pero tienen una reflexión sobre el paso del tiempo y eso tiene mucho que ver con este año. Estamos en un momento en que el tiempo o se nos alarga mucho porque estamos encerrados o se nos acorta porque vemos que somos más vulnerables de lo que creíamos. Se nos ha hecho mucho más difícil planificar el futuro, donde también está la amenaza del cambio climático. Ya no somos los dueños del mundo, y algo tan pequeño e invisible como un virus nos pone en peligro como especie humana. Creo que esos sentimientos de incerteza que nos han marcado este año, están presentes en la obra de Chema, es un tema que él reflexiona bastantes veces en sus fotografías”, cuenta el español Raimon Ramis, curador de esta exhibición para Chile.
En un primer momento, esta exhibición contará con un recorrido virtual, con una plataforma 3D y visitas guiadas a través de su sitio web. El recorrido permite ingresar a la Galería de Arte del Centro de Extensión UC y avanzar por sus muros, deteniéndose en cada fotografía de Chema Madoz.
“Chema Madoz ocupa objetos cotidianos y les da una interpretación, una vuelta de tuerca con su ojo fotográfico. Hay zapatos, collares, tenedores, objetos sencillos pero reinterpretados por su poesía visual. Entonces, apelan a la individualidad de cada receptor. La experiencia queda abierta para que cada espectador, según sus propias sensibilidades, le dé una lectura distinta”, dice Daniela Rosenfeld.